Este cuadro presenta una silueta gris de tabla de surf sobre fondo de arpillera, enmarcada en blanco, logrando una pieza decorativa de líneas simples y fuerte identidad visual.
De 64 x 83 cm, su tamaño mediano permite usarlo como punto focal en espacios reducidos o como parte de una composición mayor.
El contraste entre la textura rústica del fondo y la limpieza del dibujo genera una propuesta fresca, ideal para ambientes que buscan una estética relajada y natural. El motivo surfista, tratado con sutileza y neutralidad cromática, aporta una atmósfera costera sin caer en lo temático o literal.
Funciona muy bien en livings, pasillos o dormitorios donde predominan los tonos neutros y las texturas naturales. Puede colocarse sobre una consola baja, acompañado de piezas en cerámica o madera clara, o incluso formar parte de una galería mural con otros cuadros de inspiración náutica como el de remos o la estrella de mar.Ideal para espacios con buena luz natural y muebles de líneas simples, este cuadro suma personalidad sin saturar. Su peso liviano permite colgarlo fácilmente, incluso en superficies más delicadas como durlock o paneles delgados.